La Rehabilitación del edificio plantea una de las situaciones proyectuales más arriesgadas e interesantes: cómo intervenir en un edificio histórico que en el pasado tenía otro uso y cómo insertar en él un nuevo contenido, radicalmente distinto al original; estas actuaciones arquitectónicas sobre estructuras anteriores existentes forman parte del legado común de todas las culturas.
Por otra parte compartimos profundamente las ideas de Alison y Peter Smithson sobre los espacios universitarios y que se concretaban en la siguiente reflexión:
“el más persistente de nuestros pensamientos sobre el campus señala que la universidad tiene la obligación de ser valiente, es decir, experimental, incluso hasta el punto de resultar osada tanto en su diseño físico como en su tejido edificatorio.
los pensamientos encuentran su equivalencia en los experimentos y en la especulación inherente a ellos.
vivir (en) la universidad debe abrir las vidas de los jóvenes a otras formas, otras excelencias, otras deficiencias, otros tiempos; debe ofrecerles cualidades diferentes de las que encuentran en sus casas…abrir la noción de la elección”.
El Proyecto arranca desde una actitud sensible hacia la edificación existente, realizando un exhaustivo análisis de todas sus condiciones, previo a la actuación; la arquitectura se compromete a crear una definición cultural del hecho construido, y partiendo en este caso del entendimiento del edificio en todas sus facetas, se plantea como reflexión específica de todas sus condiciones, tanto internas (espaciales, constructivas, programáticas, económicas, etc), como externas (entorno inmediato, ciudad, etc).
La intención última del proyecto consiste en recuperar el edificio, devolverlo a la ciudad – respondiendo a una demanda social concreta -, a nuestro tiempo, y consecuentemente al hecho cultural actual, y llevar a cabo esa recuperación de forma útil y duradera.
El proceso de rehabilitación así entendido opera por reproducción, por mímesis, por protección, pero también por adición, por alteración, y el contenido más culto del proyecto propone la modernidad del mismo como autenticidad histórica, concentrando los valores culturales de una época y un lugar: el nuestro, con una maneras que hacen de la arquitectura un lenguaje vivo.