El edificio, destinado al Centro de Apoyo a la Investigación y Desarrollo (C.A.I.D.), agrupa un programa de usos diversos – talleres, laboratorios, cámaras, almacenes, etc – dependientes de diferentes Servicios Universitarios, Centro de Innovación y Desarrollo Medioambiental y Agroforestal, así como del Laboratorio de Apoyo a la Investigación de Ciencias Biosanitarias.
El terreno donde se sitúa se encuentra en el Campo de Experiencias Agrícolas, en el Campus Universitario de Espinardo de la Universidad de Murcia, un territorio donde la naturaleza del paisaje y la acusada topografía son sus características principales.
El edificio se pliega en su base de contacto con el terreno, produciendo una superficie contínua sobre la que se aplica el elemental diagrama de organización general de usos, que lleva asociada la secuencia de espacios cerrados y abiertos en un recorrido sin fin.
Se proyecta un edificio modular, de carácter industrial, desarrollado básicamente en un único nivel adaptado a la pendiente del terreno y a las pre-existencias construidas. Está integrado por piezas rectangulares que se extienden aprovechando la parcela de Este a Oeste y contienen los distintos usos, de diversa condición y dimensión, requeridos por los futuros usuarios.
Dependiendo del uso específico y de las necesidades espaciales derivadas del mismo, diferenciadas para cada dependencia, la altura varía. Esta variación de alturas, junto con la modulación en las dimensiones en planta de las piezas, crea un efecto volumétrico visible en las fachadas Este y Oeste.
Las comunicaciones y circulaciones interiores se producen mediante un recorrido en rampa que atraviesa el edificio de Norte a Sur acompañando los desniveles exteriores, y articula las piezas de laboratorios, talleres, oficinas, vestuarios con los patios existentes entre ellas. Estos patios ofrecen luz y ventilación a las diferentes estancias, permitiendo relacionar el terreno natural con el edificio.
Los posibles accesos alternativos a la parcela y las circulaciones cruzadas por la misma, completan las condiciones de accesibilidad y continuidad que caracterizan al edificio.
Hormigón estructural -visto en cualquiera de los elementos empleados-, vidrio -transparente y traslúcido- y paneles de acero corten al exterior; paneles prefabricados y reciclados de la propia obra y de aplicación directa – tablero fenólico de encofrado, madera y fibras naturales – al interior.
La cubierta continua de hormigón, plegada según el diagrama de espacios internos, actúa como elemento unificador del conjunto en su fachada Este, proyectando una potente imagen visual, que es, en definitiva, la primera que se encuentra el visitante al entrar en el Campus Universitario de Espinardo. La fachada opuesta, Oeste, orientada al interior de la parcela y al pasillo verde, es una sencilla tapia de jardín, resuelta con revoco blanco y piezas vegetales metálicas de acero inoxidable.