El proyecto de estas cabinas urbanas surge como respuesta a una demanda concreta: la necesidad de disponer en la ciudad de varios “puntos de información” desde los cuales atender tanto a los ciudadanos como a los visitantes, ante situaciones diversas – actividades comerciales, convocatorias culturales y sociales, fiestas ciudadanas, etc -.
La estancia de las cabinas en la calle es temporal, por lo que su presencia urbana tiene un carácter estacional y deben ser móviles y fácilmente transportables.
Las cabinas, como si de unas piezas más del mobiliario urbano se tratara, se sitúan en diferentes plazas y espacios abiertos de la trama urbana del Casco Antiguo de Cartagena.
El diseño – desde las necesidades y usos ya señalados -, se ajusta a las condiciones específicas de cada uno de los emplazamientos propuestos, estando atento y dando respuesta – desde la propia geometría, dimensiones, materiales, orientación, etc. – a todos y cada uno de los casos.
El proyecto plantea líneas quebradas y planos contínuos, tanto en planta como en alzados y cubierta; el resultado son unos objetos con una apariencia muy sencilla, ligera, casi efímera, de una gran expresividad formal y con capacidad para realizar su función y para adaptarse al medio: un parque público o una pequeña plaza junto a un edificio histórico.
Construcción
Se construyen unos volúmenes mínimos a partir del mínimo polígono en planta, con un mínimo número de fachadas, con una piel única, pero que pueda ser distinta y reconocible en cada caso, y que debe conjugar tanto la presencia activa y abierta como su impacto en los momentos de cierre, cuando se hace necesario un más acusado carácter resistente y duradero.
La construcción se realiza íntegramente en seco y en taller, para posteriormente trasladarse al lugar escogido para su emplazamiento, donde se depositan de manera directa, regulando los mecanismos de apoyo y conectando los servicios de instalaciones.
La escueta selección de materiales en la resolución constructiva contribuye a la lectura sencilla e inmediata de las diferentes cabinas, al tiempo que su diferente condición de acabado – específica para cada emplazamiento – ayuda a su identificación con cada uno de los espacios urbanos donde se sitúan.